Las barbas son como las opiniones, cada uno tiene la suya, y
es muy difícil definir distintos tipos de barbas. No obstante, sí hay estilos y
formas que se pueden adaptar a nuestra barba a la hora de afeitar o recortar, y
a nuestra cara.
Los tipos de rostro,
según su forma son: cuadrado, ovalado y triangular o de diamante.
El tipo de rostro más común es el cuadrado, una frente
ancha, pómulos pronunciados y una barbilla no demasiado alargada. A este tipo
de rostros les suele quedar bien la perilla, ya que consigue un efecto de cara
más alargada y estilizada.
Si tu rostro es ovalado, enhorabuena, tienes un rostro
perfecto ya que es el tipo de rostro que mejor guarda las proporciones, tanto
en pómulos como en barbilla. En ese caso las opciones de la perilla o la barba
completa las puedes utilizar sin ningún problema.
En el caso del rostro triangular, al más puro estilo Lucky
Luck, con frente ancha, pómulos anchos y con un mentón alargado y pronunciado,
la mejor opción es llevar una barba completa. Pero eso sí, una barba arreglada,
afeitándote la zona de las mejillas y el cuello, sin dejar que la barba crezca
a su libre alberdrío.
Dependiendo del efecto que queramos dar, el corte en las
mejillas le haremos recto o redondo. El corte recto, da un aire más agresivo y
atractivo.
Si tienes la barba rala, poco abundante y de varios días,
puedes atreverte perfectamente con un look bohemio, con un peinado más
alborotado.
Si tu barba es abundante, lo ideal sería que la repasaras
todos los días y no combinarla con pelo largo y alborotado. Para repasarla, la
mejor opción será utilizar un gel de afeitar ya que al ser transparente podemos
perfeccionar nuestra barba con mucha más facilidad.